No sabes aun si debe lavar la vajilla a mano o en el lavavajillas por ahorro. Existe la creencia común de que lavar los platos a mano ahorra agua y energía en comparación con el uso del lavavajillas. Después de todo, parece lógico pensar que al evitar el uso de un electrodoméstico, estamos siendo más eficientes, especialmente cuando la carga de platos es pequeña. Sin embargo, esta suposición está lejos de ser cierta.
De hecho, resulta sorprendente descubrir que es más eficiente lavar incluso una pequeña cantidad de platos en el lavavajillas que hacerlo a mano. Permíteme explicarte por qué
¿Es más ecológico lavar a mano o con el lavavajillas?
Los lavavajillas están diseñados para simplificar nuestras vidas, ahorrándonos tiempo, esfuerzo y dinero. El programa ECO de estos electrodomésticos se ha ideado específicamente para optimizar el consumo energético al máximo. Sin embargo, hay quienes prefieren los programas rápidos en lugar de esta opción. A primera vista, podría parecer que los programas más cortos consumen menos energía, pero la realidad es todo lo contrario. Cuanto más rápido sea el programa, más agua y electricidad se necesitarán.
La lógica es simple: los programas rápidos deben completarse en menos tiempo, lo que implica un mayor uso de recursos. Por otro lado, el programa ECO se enfoca en minimizar el consumo energético. ¿Tú sueles optar por el programa ECO en tu lavavajillas?
El lavavajillas te ayuda a ahorrar agua en el hogar
Los beneficios del lavavajillas en términos de ahorro de recursos son respaldados por estudios científicos. En 2017, la Universidad de Bonn en Alemania llevó a cabo una investigación comparativa entre el lavado a mano y el uso del lavavajillas, analizando el consumo de agua, energía y eficacia. Los resultados revelaron que mientras que el lavado a mano utilizaba un promedio de 103 litros de agua, el lavavajillas consumía solo entre 15 y 22 litros (dependiendo del programa utilizado), con modelos como los lavavajillas Bosch utilizando menos de 10 litros por ciclo, lo que supone un ahorro de hasta 93 litros de agua.
Considerando que un grifo puede consumir entre 9 y 11 litros de agua por minuto, la diferencia en consumo es significativa. Incluso al solo enjuagar la vajilla con el grifo abierto, el lavavajillas Bosch consume apenas 9 litros durante todo el ciclo de lavado, o unos 3 litros con el programa de prelavado. Además del ahorro de agua, el estudio confirmó que el lavavajillas también ahorra energía.
El lavado a mano requería alrededor de 2,5 kilovatios por hora (kWh) de agua caliente, mientras que el lavavajillas solo necesitaba entre 1 y 2 kWh. Actualmente, los lavavajillas Bosch de alta eficiencia consumen tan solo 0,54 kWh de energía durante todo el ciclo, lo que significa un ahorro adicional de aproximadamente 2 kWh por ciclo. Considerando el costo promedio de 20 céntimos por kWh y el uso medio de 280 ciclos al año, el ahorro energético anual supera los 110 euros en comparación con el lavado a mano.
Lavar a mano o en el lavavajillas: ¿qué es más higiénico?
Otra diferencia fundamental entre lavar la vajilla a mano o en el lavavajillas es la cuestión de la higiene. Sorprendentemente, lavar los platos en el lavavajillas resulta más higiénico que hacerlo a mano, y aquí te explicamos por qué:
El lavavajillas emplea chorros de agua a alta presión, que se aplican repetidamente durante el ciclo de lavado, lo que garantiza una limpieza más precisa que la que se puede lograr lavando a mano.
Además, el lavavajillas utiliza agua a una temperatura elevada, lo que facilita la eliminación de las bacterias provenientes de los restos de comida en la vajilla.
Muchos modelos de lavavajillas de Bosch están equipados con la función Higiene Plus, que eleva la temperatura del agua durante la etapa final del enjuague, eliminando hasta el 99.99% de las bacterias y ácaros. Esta función refuerza también el secado y realiza múltiples enjuagues para garantizar la máxima higiene.
Los lavavajillas Bosch incluyen un programa automático que utiliza un sensor para medir la turbidez del agua. Esto permite ajustar la presión y temperatura del programa según sea necesario, asegurando así un cuidado óptimo de la vajilla, con resultados de lavado y secado impecables, y garantizando la máxima higiene.